Aquí yazgo, con cara almidonada de muerte y vértebras de papel... el cansancio me retira al abandono como cuento inacabable de golondrina... 

Aquí yazgo, con zapatos que una vez me llamaban, y sus lenguas ocultas no desean mi meta... y los dedos, ensangrentados, jugando piedra, papel y tijera...

Aquí yazgo, con todas tus perlas, ocultando cada una de tus incertidumbres...cosecha de invierno y cereza en un campo de cristal... 

Aquí yazgo, con penumbra de arlequín esclavizado en sonrisas sin futuro... despertando ante el desplomo del día, ave negra que grita ausencia... 

debería dejar que el tiempo te desapareciera entre segundos, nubes y sombras... 

debería dejar que los jasmines borraran tu olor, y las piedras tus heridas... 

debería dejar que los libros borraran tu memoria, entre nuevos romances misterios y risas... 

debería dejar que el bosque te perdiera, y que sólo sus hojas te lloraran... 

debería desprenderme de toda escama de tu piel, y que la arena me arropara... 

debería tantas cosas, pero no quiero ninguna...

desperté con hambre hoy...

mordiendo los brazos y piernas de la tristeza...

un estómago de silencios estruendosos...

y èsta horrible sed de tinieblas...

desperté con hambre hoy...

hundida en mí, como nunca antes...

la sagre hierviendo las palabras de siempre...

y con los ojos rabioso de muertes vividas...

desperté con hambre hoy...

arrancando la piel de víctimas conocidas...

perdiendo los segundos en eternidades...

viceral en mi boca, piel y vagina...

desperté con hambre hoy...

pero ya nada me calma la agonía...

me arrastro en un desierto de plomo...

en soledad, silencio y vida...

me mata tu mirada, tu quietud, y mi inercia...

me queman las entrañas de fuego roto y moriviví...

primaveras atrasadas en los temores de invierno...

pero qué hermoso es Santurce con el recuerdo de Ponce...

quisiera ser gato de ventana en luna llena...

para llenar de mundos la boca de la muerte...

entregar tus palabras en poesías de lapiz roto...

y que unicamente escribieran mi nombre...

pero sigo siendo silencio de vacío...

y tus labios en los mios son sólo redobles..

imaginemos pues una muerte de olvidos...

y que sea lo que sea lo que nos toque...

la vida aún no me llega, y ya me envejece la muerte...

plagio de sentencia en baile de cristal...

cuando tu nombre siempre me sabe a tristeza...

sonrisa de caramelo y enfermedad...

me empapo en los ríos de lágrimas de aguamarina encandecida...

simbolismo de cuerpo rayado y de mal uso...

y hieden las heridas de tu cielo...

pero sobretodo la convalececia de infierno y sulfuro...

nunca supiste decir te amo al encuentro de mis senos...

y son 18 terribles paradas las q me esperan...

entre mar te pienso, universo de infinidades...

todos al unísono, relleno de cobardes...

simplificaría mi silencio si te dijera algo...

pero de raíces muertas crece mi huerto...

y sigo esperando entre juegos y halagos...

girasoles y gardenias de luto en un entierro de retratos...

Eran mucho los tantos que eran sin que fueran, y mi mente se quedó en la mañana. Quizás los tal vez no me parezcan tan ajenos después de todo; no después del café...

Acaso un pudiera sería más cierto que el adiós?.. Sólo sé que el vagabundo de tu dejadez ya ha añejado demasiado mi vino, y ya no quiero imaginarte en sombras de que sé yos...

Quien sabe, si los pudiesen ser fuesen más venenosos que tus mañanas, imaginaría mejores muertes. Pero sin tu umbral en mis ojos me ciega la luz tenue...

Limito a las pulgadas de un recuerdo cúbico donde los inciertos son probabilidades seguras. Mientras que sueño en nubes de celos negros y azules...

Sin querer me he tropezado en las caídas de tus cascadas, mojándose mis encuentros silenciosos. Y sólo me queda completarme con la desnudez de piezas sueltas...

Jan. 3, 2014.