Saturday, March 1, 2014

A Dios

ya no queda nada... el silencio de la sombra pasajera se ha marchado... sólo quedan ríos... y manchas de color cereza...

pareciera que mil inviernos sobre mí han caído... el sol ya no calentará más a éste moribundo cuerpo... cenizas de antaño... párpados cerrados...

quisiera que los cuervos no volasen tan cerca... ser ruiseñor de encuentros... pero mis canciones jamás podrán cantar libremente en tan hermosa jaula de cristal...

quedan sólo entonces epitafios y despedidas... lápidas de piedra que anuncian una realidad... el tiempo se ha ido... ya no hay vuelta atrás...

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