Te vi en el bazar una
noche... Y no te he olvidado desde entonces...Tu cabello rizado...Tus hermosos
ojos gitanos... Con tu música me hechizaste... Con sólo tu mirada me
aprisionaste... Fue una atracción inminente...De esas que crecen silentes... Te
seguí esa noche a la playa...Tus ojos encontraron los míos
en la fogata... Por un instante te perdí...Pero como el fauno, sigiloso, ya
estabas junto a mí...Tu cuerpo y el mío se
unieron al ritmo de las tamboras... En una serenata
que duraría horas... Sin saber cómo, ya no había gente...Y la fogata se
encontraba tenue... Pero bailábamos, aun sin música, bailábamos... Llevaba tu
ritmo y tú el mío... Nuestros corazones latiendo
al unísono... Parecería un sueño... Uno en el cuál no tendría dueño... Y te
deseaba... A ti, gitano, te deseaba...Mientras más imposible parecía ser, más
me aferraba... Nos mirábamos, nos tocábamos, nos
besábamos... Era como un cuento, de esos de tiempos lejanos... No hubo
palabras... Estas jamás fueron necesarias... Sólo existieron tus brazos.. Y en
ellos me refugié la noche entera sin siquiera pensarlo... Quién eres,
gitano?... No sé... De dónde vienes?... Jamás sabré... Sólo sé que fuiste una
historia inconclusa... Aquella en la que siempre seré, inapropiadamente tuya...
Aug. 9,
2010
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